miércoles, 20 de marzo de 2013

La Pascua en Suecia

Ya queda poco para la Pascua, y empezamos ya los preparativos para recibirla con entusiasmo adentrándonos en las costumbres Suecas de esta festividad. 

En España, la Semana Santa se celebra con procesiones religiosas, donde se conmemora la resurrección de Cristo. Suecia, al tratarse oficialmente de un estado laico, estas prácticas se han ido abandonando hasta hacer, de esta fiesta de origen religioso, una totalmente secular.

Podríamos decir que esta fiesta está relacionada con la caza de brujas que hubo en Europa entre 1450 y 1750, donde en Suecia se contabilizaron alrededor de 300 ejecuciones. Por esto, la Pascua es celebrada como si se tratara del día de Halloween en Estados Unidos. Los niños salen disfrazados de vampiros y brujas de sus casas y van puerta por puerta recogiendo caramelos. También se encienden numerosas hogueras y la gente grita para ahuyentar a las brujas.

Durante los días de Cuaresma, los niños suelen recibir como regalo huevos de chocolate. Los padres acostumbran a esconder algunos huevos por la casa y los niños, mediante pistas, han de encontrarlos. En ocasiones se esconden al aire libre y se hacen búsquedas de huevos de Pascua comunitarias.

Otra de las costumbres en estas fiestas es tirar ramas de abedul, decoradas con plumas de colores, la mañana del Viernes Santo, como una manera de recordar el sufrimiento de Jesús. Se inicia así la Cuaresma y la Semana Santa.
A veces estas ramas se decoran con huevos pintados de distintos colores y tamaños.

Ramas de abedul con plumas de colores


A nivel gastronómico, un dulce típico de Pascua es el llamado Semla. Se trata de un bollo tipo briox, relleno de mazapán y nata montada. 

Semlor

viernes, 15 de marzo de 2013

Personnummer



Si tienes pensado vivir en Suecia, lo primero que se ha de hacer es conseguir tu personnummer.

El personnummer es un número de identificación personal (como el DNI en España) compuesto por tu fecha de nacimiento seguido de 4 dígitos generados automáticamente. Para optar a él no es tarea fácil. Como inmigrante, has de ir a las oficinas de Skatteverket (hacienda) para pedirlo. Los requisitos son los siguientes:



- Tener un permiso de residencia: solo en el caso de no pertenecer a la UE. Los que son de la UE automáticamente tienen derecho a residir en cualquier país perteneciente a la UE, siempre que tengamos un trabajo o dispongamos de dinero suficiente como para subsistir en ese país por nuestros propios medios.
- Estar registrado en Suecia, lo que significa que disponemos de un número de seguridad social.
- Un documento de identidad que acredite que eres quien dices ser.

Según nos dijeron a nosotros, para que no te pusieran pegas al dártelo era mejor ir al Skatteverket que está situado en Sundbyberg Centrum (línea azul de metro dirección Hjulsta).

Nosotros llevamos los carnets de identidad y pasaportes, el contrato de David, y el libro de família (lo mejor es pedir una traducción previa al inglés). Solamente con esos datos y el formulario rellenado fue suficiente. Lo pedimos un Viernes y el Martes siguiente ya nos llegó la carta con el número.

La obtención de este identificador te da acceso a la mayoría de los servicios que te harán falta para la estancia en Suecia:

- Para abrir una cuenta bancaria.
- Para firmar un contrato de alquiler.
- Para comprar un móvil de contrato.
- Para darte de alta en la luz, agua, gas, Internet, etc.
- Para apuntarse a un gimnasio.

La diferencia del DNI español al sueco, es que este número está totalmente centralizado, dando acceso a tus datos automáticamente a todo aquel que te lo pida.

Una vez obtenido, te toca pagar impuestos como cualquier otro ciudadano sueco. Y por suerte o por desgracia, son más altos que en España. Eso sí, aquí se pagan gustosamente :)

Estocolmo - Vivienda II

Bien, estamos aquí de nuevo. Ya por fin en nuestro nuevo piso! Estamos realmente encantados con él aun siendo más pequeño, pero está en mejor zona y es más acogedor.

Hoy quería explicaros algunas curiosidades de los pisos suecos y que, en algunos casos, me han sorprendido.

Una de ellas es la costumbre que tienen los suecos de quitarse los zapatos al entrar en casa e ir en calcetines por ella. No lo acabas de entender hasta que llegas el primer día y te das cuenta de que, o lo haces así, o pones perdido todo el piso. Sobretodo en invierno o en épocas de lluvia donde acabas con los zapatos mojados o llenos de barro. Para eso los suecos tienen una zona habilitada justo en la entrada.


El uso de estores en lugar de persianas. Por lo que nos han contado, y en parte tiene su lógica, como aquí hace bastante frío, colocar una persiana en lugar de un estor permitiría el paso del aire frío a las casas, pues la caja de aluminio donde se recoge la persiana no es un material demasiado aislante. Las ventanas están bien selladas y cuentan con dos cristales, entre los cuales se coloca el estor.


La calefacción. Es algo increíble en algunos sitios, pues suelen estar bastante altas para contrarrestar el frío del exterior. Lo mejor que se puede hacer es llevar un buen abrigo y ropa no demasiado gorda debajo.

Otra de las costumbres que son bastante curiosas es poner lámparas o velas en las repisas de las ventanas.  Encender estas luces da un ambiente más íntimo a las habitaciones. Algo que por lo visto les encanta.




Aquí los suecos también tienen la costumbre de comprar muchas flores. Hay muchos lugares donde puedes comprar algún ramo o alguna planta. Yo ya he comprado tulipanes, que en España no se ven y aquí abundan bastante :)

Otra de las cosas que me ha llamado la atención son las camas. En todas ellas hay una cosa que no sé como se llama encima del colchón. Es como un colchón más fino encima del otro. El colchón grueso suele estar cubierto por una funda, la cual está "cosida" al somier.
No sé su uso ni porqué, pero todas las camas lo tiene.
También, en las camas de matrimonio, se suelen poner nórdicos individuales. Supongo que es una manera de asegurar que el/la que duerma contigo no te deje sin : D

Foto sacada de la web de IKEA.se

El buzón. No sé como será ne otros países pero en España, suelen haber buzones en la portería. Aquí no. Aquí están en la misma puerta. No sé si en todos los pisos es igual, pero en los que hemos estado es así.




















Normalmente los pisos no tienen lavadora ni lugar donde ponerla, así que, en la planta baja de la mayoría de los edificios está la lavandería. Normalmente se gestiona a través de un sistema electrónico en el que pides hora y queda reservada una sala de lavandería solo para tí. Dispones de dos lavadoras y una o dos secadoras. En otra sala o en la misma, dispones de zona de planchado. Está bien, pero pierdes bastante tiempo subiendo y bajando para hacer la colada.

Lavadoras

Secadoras y centrifugadora
Si a lo largo de estos años descubro alguna curiosidad más con relación a los pisos, iré actualizando esta entrada. 


domingo, 24 de febrero de 2013

Estocolmo - Vivienda.

Encontrar un sitio en el que vivir pagando un alquiler razonable no es tarea fácil. La mayoría de los pisos de Estocolmo son propiedad del estado y aquel que alquila el piso adquiere un contrato que le permite vivir indefinidamente en él. Son los llamados contratos de primera mano. De esta forma el precio de los pisos está regulado. Para optar a uno de ellos hay que apuntarse a una lista donde se le da preferencia a aquella persona que lleve más tiempo inscrita (cola). El problema de este sistema es que hay demasiada demanda y la espera puede durar años. Normalmente, los padres suelen apuntar a esta lista a sus hijos una vez cumplen 16 años. Así, cuando quieran independizarse, tienen más posibilidades de encontrar un piso.

Existe otra manera de optar a una vivienda, y es buscar pisos que se alquilen a través de personas que, o bien ya disponen de un contrato de primera mano de ese piso, o bien lo han comprado a alguna cooperativa. Estos se llaman contratos de segunda mano. El inconveniente es la poca regulación de los precios de los pisos, los cuales pueden variar bastante los unos de los otros en iguales condiciones.

Para buscar piso de alquiler, la web más conocida es Blocket, donde se anuncian los alquileres de habitaciones, apartamentos y casas. Es la más recomendable para aquellas personas que vengan a estudiar aquí. Nosotros, una vez aquí, empezamos a buscar pisos y lo hicimos a través de Bostaddirekt, una web bastante fiable.

En Estocolmo lo difícil es alquilar por un largo periodo de tiempo, pues no suelen hacerse contratos de más de un año. Si tienes suerte y alquilas un piso donde el propietario quiere arrendarlo por más tiempo, puede que te haga un nuevo contrato una vez finalizado el primero. En caso contrario, puedes pasar tu estancia aquí cambiando constantemente de piso mientras no optes a uno de primera mano, pero para eso pueden pasar varios años.

A la hora de ir a ver un piso, es muy importante venderse bien. Si es posible, llevar cartas de antiguos propietarios que digan que eres un buen inquilino, o alguna carta de recomendación de la empresa en la que trabajas. Si dispones de personnummer, con eso pueden ya ver cuanto cobras al mes, pero en el caso de que aún no lo tengas, mejor llevar algún papel oficial que indique lo que vas a cobrar para que vean que eres solvente y puedes pagar el alquiler.

Los precios de unos pisos de segunda mano pueden variar de unos a otros según la localización. A las afueras de Estocolmo, los pisos de unos 40 metros cuadrados rondan las 7500SEK (889€/mes) y las 13000 SEK (1542€/mes) en el centro de la ciudad.

Nosotros vinimos a Estocolmo ya con un piso situado justo delante de la estación de Hjulsta. El alquiler de este piso se hizo a través de la universidad (KTH). Se trata de un piso amueblado de unos 60 metros cuadrados con un dormitorio, una cocina, un baño y un salón comedor. El alquiler del piso es de 6500 SEK/mes (771€/mes), donde se incluye el agua, la luz, residuos, calefacción e Internet. El piso en sí está bastante bien, recién renovado, espacioso y grande. Lo que nos ha hecho cambiar de piso  rápidamente ha sido: la distancia al centro, el ser un piso de planta baja y el barrio, que apenas había nada que hacer en él.

Después de buscar durante una semana y media, a través de la web de Bostaddirekt y mediante el KTH, hemos podido encontrar un piso en Gärdet, a unos 15 minutos a pie del trabajo de David. Es de 40 metros cuadrados, un comedor, una habitación, una cocina, un baño y un pequeño balcón. Es un ático amueblado y con todo incluido  El alquiler es de 12000 SEK/mes (1400€/mes). Es caro, pero por la localización, la tranquilidad del barrio y la cercanía al trabajo de David vale la pena. Esperamos trasladarnos en menos de una semana.

Quizá nos apuntemos a las listas que hay para conseguir un piso con un contrato de primera mano. Nunca se  sabe si algún día te hará falta.


domingo, 17 de febrero de 2013

Primeros días en Estocolmo

Solo hace una semana que hemos llegado a Estocolmo y tengo la impresión de que han pasado meses. 

Desde que hemos llegado no hemos visto la luz del sol. Es bastante extraño ver pasar los días, todos iguales, con el mismo cielo encapotado y  con una nieve que no se deshace. Se me hacen bastante monótonos en ese sentido, acostumbrados a los días de sol y a veces de lluvia en Barcelona,  donde muy ocasionalmente cae algún copo de nieve que al llegar al suelo se deshace rápidamente.

Tampoco es que hayamos podido disfrutar de las distracciones que el centro de la ciudad pueda ofrecernos, pues estamos viviendo actualmente en Hjulsta, en el extremo más alejado de la línea azul de metro, y se nos hace bastante largo el trayecto sin contar que, al hacerse de noche tan pronto, apenas se pueden apreciar los lugares por donde pasas.

Si os soy sincera, no está siendo un inicio muy agradable en muchos sentidos. En pocos días ya hemos empezado a ver los pros y los contras de esta ciudad, los cuales iré contando detalladamente en los próximos posts.

A pesar de todo, y aun estando todo nevado y sin apenas horas de luz, Estocolmo me parece una ciudad muy agradable. Me gusta el frío y la nieve, antes que la lluvia, y supongo que eso también es un punto a favor. Los suecos, eso sí, ya están bastante cansados del invierno y están deseosos de que llegue abril, y con él, el buen tiempo.

Por lo visto, en invierno, las temperaturas en Estocolmo se mantienen alrededor de los 0ºC, así que normalmente no pasamos frío si vamos bien abrigados. En contadas ocasiones se puede llegar a temperaturas que bajan de los -10ºC. En tal caso, apenas puedes estar en la calle durante largos periodos de tiempo. 
Dentro de las casas, de los centros comerciales, del transporte público o de las oficinas las calefacciones están realmente altas, y en algunos sitios poco soportables. De lo que me he dado cuenta es que los suecos no llevan un abrigo demasiado grueso, supongo que es porque pasan más tiempo dentro de algún  lugar resguardado que en la calle.

Una vez te das una vuelta por el centro, ves que la gente se refugia mucho en alguno de los miles de bares y restaurantes que hay, sobretodo a la hora del fika (pausa para el café). Siempre están llenos. He de decir que todos ellos tienen un ambiente muy cálido, con luces tenues y velas en las mesas. Me parecen bastante románticos y acogedores.

De momento me sigo sintiendo extraña en esta ciudad, perdida cuando camino por sus calles, extranjera cuando no entiendo ni una palabra de lo que me dicen (que por suerte, todo el mundo habla inglés). Pero supongo que con un poco de paciencia y dejando pasar el tiempo, nos iremos haciendo a todo ello.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Días previos

Ya estamos a miércoles. Parecía que no acababa de llegar el día de coger las maletas e irnos. Pero aquí estamos, a un día de nuestra marcha.

Los días previos son estresantes y llenos de muchas emociones. Son días tristes por dejar atrás todo aquello que has conocido y que amas, por las despedidas, por ser consciente de que vas a perderte momentos importantes de la vida de los demás, que no podrás estar allí para celebrar y disfrutar sus éxitos ni consolarlos en sus fracasos y penas, o que simplemente, a nuestro regreso, esas personas que significan tanto para nosotros ya no estén. Días de mucho estrés, empaquetando todo aquello que algún día esperas que tengan un sitio fijo, pensando en qué podremos necesitar y qué no, volviendo al pasado por unos instantes al encontrar algo que tenías por ahí olvidado y que te obliga a recordar momentos especiales de tu vida. Días emocionantes por la incertidumbre, por el cambio, por la nueva vida que se presenta ante nosotros, por el como será y el como estaremos, por emprender una aventura como esta.

Estos últimos días algunos de nuestros familiares me han hecho recordar aquella época en la que muchos de ellos emigraron de los pueblos del sur para buscar una nueva vida en tierras que, para ellos, eran mucho más desconocidas de lo que son hoy en día para nosotros.

Por aquel entonces las familias se separaban, algunas permanecían en los pueblos, otras venían a Barcelona sin tener trabajo con la esperanza de encontrarlo una vez llegado allí. El viaje era largo y las condiciones en las que vivían muchos no eran las mejores al principio, pero poco a poco se hicieron un sitio, poco a poco se integraron y poco a poco pasaron de ser andaluces o extremeños a ser catalanes. Y ahora volver al pueblo se les hace extraño, ya no es el lugar al que puedan llamar hogar.

Y escuchando sus historias me hacen pensar que irse no es tan duro como lo era años atrás. Hoy en día podemos viajar de un país a otro más rápido y a un precio bastante razonable, de manera que podamos ver a la familia una vez cada dos meses, podemos comunicarnos mediante Skype o mandar e-mails. Puedes ir  con un contrato de trabajo y con una vivienda antes de poner los pies en tierras extranjeras.

Si alguien de los que leéis este blog está pensando en irse a vivir al extranjero, le animo a que lo haga. Pues al principio puede hacerse una montaña, puede venirnos grande y puede que veamos más contras que pros, pero si lo pensamos bien, muchas personas, y cada vez más, emigran a otros países en busca de una oportunidad y muchos de ellos tienen éxito. Eso sí, no hay que irse a las bravas, sino con un poco de sentido común y organización.

Como decía Gastón Bachelard Una experiencia bien realizada es siempre positiva

martes, 8 de enero de 2013

Bienvenidos


Bienvenidos a mi nuevo blog. Me llamo Verónica Marchán, nací en Barcelona el otoño de 1985 y he pasado toda mi vida aquí. He tenido la oportunidad de viajar a varias ciudades del mundo como Toulouse, Carcassone, Londres, Guildford, San Francisco, Las Vegas, Venecia, Viena, Graz, Lisboa y Dusseldorf. Y como no, ver algunas de las encantadoras ciudades de España como Girona, Tarragona, Lleida, Córdoba, Santiago de Compostela, Valencia y Zaragoza.

Además de viajar me encanta cocinar, leer, dibujar, hacer deportes de aventura, los idiomas, la música, la ciencia y la astronomía y disfrutar de una buena partida a algún juego de mesa con la familia o amigos.

En unas pocas semanas estaré en Estocolmo (Suecia); ciudad en la que viviré junto a mi marido, David, durante un par de años.

Quiero aprovechar esta oportunidad para explicar, desde el principio, esta experiencia. Dar a conocer lo bueno y lo malo de irse a vivir a una ciudad extrajera, concretamente ésta. Aprovechar para hacer una especia de guía turística de Estocolmo y de las posibilidades que ofrece Suecia.

Espero que os guste :)

Verónica